
Escribo esta entrada desde la más absoluta indignación. He tenido noticia de que
Rocío Cañero, antigua alumna de
ESDIP, escuela de imagen en la que fui profesor hace algunos años, ha sido vilmente plagiada por la megasuperhipermacroempresa
ZARA.
Después de ver las pruebas que ilustran esta entrada (obtenida de la web de
ESDIP, sección Noticias), creo que a nadie puede caberle duda de los hechos. Llevo algunos años dedicado a esta profesión. Y a lo largo de ellos ya he visto de casi todo: Vulneración de derechos de autor, precios irrisorios, semiprofesionales que tiran aún más los precios (y la calidad) de sus trabajos de manera que desprestigian la profesión, perjudicando a todo el colectivo. En fin, que daría para escribir un libro. Y luego tenemos que ver a
Ramoncines, Teddis Bautistas, y demás
fauna, exigiendo que
TODOS los mortales, les paguemos un canon para compensarles de las pérdidas que
"sufren" por culpa de cuatro individuos que
"piratean" sus obras. Dicho sea de paso, nunca he encontrado un disco de Ramoncín en el top manta.
He visto multitud de programas y debates acerca del controvertido canon, y los derechos de autor. Pues bien, en ningún momento he oído jamás mencionar a nuestra profesión de ilustradores o diseñadores. Una de las profesiones más vulnerable de ser
PIRATEADA con la más absoluta impunidad. Pero claro, nosotros no vendemos tanto como todos esos
"artistas" que salen en la tele
"luchando" por sus derechos. Si saliera
Carlos Giménez en televisión defendiendo los derechos de los dibujantes, ilustradores, no lo conoceríamos más que los que, de una u otra manera, estamos vinculados al mundillo del lápiz y el papel. Qué le vamos a hacer. Somos bastante menos mediáticos que ellos.
Desde este humilde espacio, deseo dar todo mi apoyo a
Rocío Cañero. Decirle que luche por sus derechos, y que ya está bien de que seamos siempre los últimos monos y los peor pagados dentro de una cadena que genera muchísimo dinero gracias a nuestra creatividad, talento y esfuerzo.
Y a todos los que podáis llegar a leer esto, y os dediquéis o queráis dedicar a esta profesión, deciros que,
si vosotros no valoráis y defendéis vuestro trabajo, nadie lo hará. El cobrar por una ilustración o un diseño un precio ínfimo, no solo os perjudica a vosotros. Nos perjudica a todo el colectivo de personas que nos dedicamos a
esto. Y
esto es la profesión más bonita del mundo. No dejemos que nos la pisoteen.