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lunes, 23 de febrero de 2009

Carlos Giménez. Premio Príncipe de Asturias de las artes

No. Me temo que no es una noticia. Si no más bien un deseo. Por diversos lares vinculados a esto de la creación o recreación de sueños a través de un lápiz y un papel, se está promoviendo esta iniciativa, en la cual quiero participar aunque sea de esta humilde manera.

Para mí, Carlos Giménez es uno de los más y mejores creadores de historias, contadas a través de un medio que algunos han dado en llamar "Arte Secuencial". Vamos, los tebeos de toda la vida. O simplemente, uno de los mejores narradores de historias. Sin más. Independientemente del medio en el que hayan sido contadas. Dos han sido, para mí, los mejores. El citado Carlos Giménez y Will Eisner, tristemente desaparecido. Sólo ellos dos han sido capaces de plasmar con una aparente simplicidad de trazo, historias cotidianas. De hoy, o de siempre. Con personajes como cualquiera de nosotros. Como el vecino del 5º. Como mi abuelo. Sólo hay que echar un vistazo a obras maestras como toda la saga de Paracuellos, Barrio o los Profesionales para encontrar en nuestra memoria algún personaje que nos recuerde a alguien conocido. Ver como era aquella España de la posguerra. Como era aquella Barcelona de los años 60, y la vida de aquellos que, antes y al igual que nosotros, intentaban ganarse la vida con un lápiz.

Y no solo como maestro narrador y dibujante merece Carlos Giménez todo mi respeto y admiración. Si no también como persona comprometida y accesible. Hace un poco más de un año, tuve noticia de un abuso en la violación de derechos de autor y de plagio. Con la indignación que estas cosas me producen, no tuve mejor idea que ponerme en contacto a través de su web con Carlos, sabedor de su compromiso en la defensa de los derechos de los que nos dedicamos a esto. Mi intención era el recabar su opinión y consejo en este asunto, aunque no daba un duro por que se pusiera en contacto conmigo. Ya ves tú. Carlos Giménez contestando a un plasta con un problemilla así. Pues cual no fue mi sorpresa cuando me responden en un mail, dándome el teléfono personal del propio Carlos y diciéndome que estaría encantado en hablar conmigo del tema. Después de un par de días intentando superar el corte que me daba el llamarle, al final, decidí hacerlo. Me estuvo atendiendo como más de 20 minutos dándome consejos y hablando del tema. Persona amable, cercana y simpática. Esta anécdota sólo sirvió para aumentar aún más mi admiración por su persona.

Sirva esta entrada para hacer ruido y un humilde homenaje, a ver si prospera la idea y podemos ver como se reconoce la labor de este gran artista y maestro.